domingo, 27 de septiembre de 2015

Declaración de Hijo Ilustre de Providencia a Patricio Aylwin Azócar

Estimados camaradas y amigos:

La Municipalidad de Providencia, respondiendo a una iniciativa de nuestro Concejal Nicolás Muñoz, declarará hijo Ilustre de Providencia al ex Presidente de la República y militante de nuestra comuna, don Patricio Aylwin Azócar. La actividad tendrá lugar el próximo sábado 3 de octubre a las 10:30 hrs. en la Plaza Dinamarca, ubicada entre El Bosque y Jorge Matte Gormaz.

En tiempos de crisis de confianza y de agudo desprestigio de la política, creemos que es un deber destacar a quienes han enaltecido la labor política para que las nuevas generaciones puedan recoger su ejemplo y seguirlo.

Invitamos a todos nuestros camaradas y amigos a participar en este homenaje con mucha alegría, y a reconocer y homenajear el liderazgo y legado de don Patricio.

Fraternalmente,

Directiva PDC Providencia


lunes, 7 de septiembre de 2015

Declaración del Consejo Nacional del PDC en relación con las migraciones y el refugio


El Consejo Nacional de la Democracia Cristiana, ha resuelto hacer presente lo siguiente:

1.- La vulneración de los derechos humanos, así como las inequidades al interior de los países y entre economías nacionales en todas partes del mundo son las verdaderas causas de la dramática situación de los migrantes y refugiados que en estos días ha alcanzado insospechada gravedad y visibilidad. Aunque el primer desafío de todo Estado debe ser el respeto al derecho a no migrar, esto es, a procurar a cada persona la posibilidad de desarrollar un proyecto de vida digno y trascendente en la tierra que lo vio nacer, día a día, personas de los más diversos lugares del mundo se ven obligadas a abandonar sus países para buscar la seguridad, los medios de subsistencia y la dignidad que necesitan. Por ello, la Declaración Universal de Derechos Humanos establece el derecho de toda persona a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado, así como “a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”. Asimismo, consagra el derecho “a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país”. Para la Democracia Cristiana, la migración es un derecho y es deber de los Estados en general, y de Chile en particular, realizar esfuerzos concretos para hacer efectivo su ejercicio en sus territorios.

2.- En las últimas semanas, el mundo ha sido horrorizado testigo de las dramáticas connotaciones que la situación de los migrantes y refugiados en Europa ha adquirido, lo que para Chile importa una serie de desafíos. En primer lugar, es importante reflexionar sobre el papel que han jugado los países desarrollados en las causas de la migración, esto es, en las situaciones que originaron estos desplazamientos de personas: crisis económicas, guerras, conflictos internos, depredación de recursos naturales, etc.

En segundo lugar, corresponde replantearnos la eficacia de las lógicas de control en las fronteras que han demostrado ser ineficaces para contener la decisión de quienes, en forma desesperada, buscan la seguridad y prosperidad de ellos y sus familias. Por último, nos parece que Chile no debe permanecer impávido frente a este drama que, aunque lejano geográficamente, nos afecta en forma directa, por un lado al recordar los miles de compatriotas que en diversos momentos de nuestra historia han necesitado – y recibido – la protección y solidaridad internacional; pero también, porque en nuestro país contamos con una cantidad cada vez mayor de personas migrantes que debemos estar en condiciones de acoger.

3.- En Chile, y en términos absolutos, la comunidad de inmigrantes es la más numerosa que ha existido en nuestro país a lo largo de la historia y está compuesta por más de medio millón de personas. Al mismo tiempo, existe una comunidad de más de mil refugiados a los que nuestro Estado se ha comprometido a brindar la protección que por diversos motivos no les es brindada en sus países de origen En materia de reasentamiento humanitario, 598 personas han sido traídas en el marco de programas de este tipo, algunos de las cuales son reconocidos como ejemplo en términos de inclusión y acogida, como ocurrió con el grupo de refugiados palestinos que llegó a Chile el año 2008 y cuyos beneficiarios, recién hace dos meses, recibieron su nacionalidad chilena. Así, es claro que en Chile la migración y la protección del refugio son una realidad presente que, como Estado, debemos asumir con realismo, responsabilidad y dignidad en su tratamiento. Con realismo, porque es evidente el fracaso de las políticas restrictivas y represivas, que solo han provocado vulneración de derechos, irregularidad migratoria y perjuicios a la comunidad nativa. Con ello, no se aprovecha la gran oportunidad que la migración significa desde el punto de vista social, económico y cultural. Los países se favorecen con la migración al permitir ésta satisfacer las necesidades de contar con una población económicamente activa, pero sobre todo al reforzar la multiculturalidad, lo que hace innegable su aporte a la convivencia democrática y al desarrollo.

Con responsabilidad, porque las medidas y políticas que adoptan los países determinan la fisonomía sociocultural de sus pueblos por lo que, dadas las características de nuestra inmigración que es regional, diversa y contributiva al desarrollo, debe ponerse el acento en políticas que permitan la regularización de la población inmigrante. Ello ayuda a la integración regional y a la reciprocidad de trato a los cientos de miles de migrantes chilenos que habitan en el continente. Y con dignidad, porque Chile no puede desatender la íntima relación que tiene en sus orígenes y en su historia con el aporte de la migración en su construcción nacional. Del mismo modo, un país que hace sólo 40 años vio a sus nacionales siendo recibidos por países hermanos, no puede renunciar hoy al compromiso moral que ello significa en el tratamiento que damos a otros en la misma situación.

4.- Reconocemos al gobierno de la Presidenta Bachelet los esfuerzos que ha desarrollado en esta materia y que han significado, en primer lugar, el anuncio de una Ley de Migraciones que deberá ser discutida en el Congreso Nacional así como la creación de un Consejo de Política Migratoria, que asesorará en la definición de una política pública con enfoque de derechos en la materia. En segundo lugar, en paralelo a dichas modificaciones legislativas, y haciendo uso de los espacios que la actual norma entrega y usando las herramientas administrativas disponibles, ha resuelto una serie de demandas que el programa gubernamental planteaba, con lo que se ha podido resolver varios problemas que apuntaban al reconocimiento del trabajador migrante y a las distintas expresiones de familia existentes en nuestra sociedad, junto a otras que buscaban facilitar el acceso a la regularización de la condición migratoria de las personas que residen en el país. Sin embargo, sea por la normativa obsoleta proveniente de la Dictadura que aún regula la materia así como porque como sociedad aún no asimilamos los desafíos y complejidades que un país multicultural y diverso significa, subsisten situaciones que hacen dificultosa la inserción e integración de las personas migrantes por lo que, al mismo tiempo que nos sorprendemos y horrorizamos por lo que pasa en Europa, debemos reflexionar y asumir la realidad de las personas que, igualmente desesperadas y necesitadas, ya se encuentran en Chile como migrantes y refugiados.

5.- Es a partir de estas consideraciones que, como Democracia Cristiana, nos parece un deber declarar lo siguiente:

a) Convocamos al pueblo chileno a mirar, con la misma empatía y solidaridad, la situación de quienes hoy en Europa conmueven los corazones de todo el mundo, con la de aquellas personas que, en nuestra cotidianidad y en nuestras ciudades, tenemos oportunidad de acoger e integrar. Pensamos que lo que podemos hacer para aliviar el sufrimiento de quienes lejos necesitan ayuda no debe hacernos olvidar los compromisos pendientes que tenemos con los que ya se han hecho parte de nuestro país.

b) Solicitamos al Gobierno que encargue el estudio de una iniciativa de reasentamiento humanitario para familias refugiadas provenientes de Siria que satisfaga los estándares que han tenido las experiencias anteriores.


c) Apoyamos al Gobierno de la Presidenta Bachelet en la necesidad y oportunidad de iniciar el debate de una Ley de Migraciones con un enfoque de derechos, y comprometemos a nuestros parlamentarios, técnicos y dirigentes sociales para hacer en ella los aportes que permitan transformarla en la herramienta que procure al mismo tiempo una gestión eficiente y comprensiva de la migración adecuándola a las necesidades estatales, y las garantías suficientes que velen por el respeto de los Derechos Humanos de quienes llegan a residir a nuestro país.