martes, 29 de julio de 2014

Documentos Junta Nacional 26 de Julio






El sábado 26 de Julio desde las 9:00 y  hasta las 00:00 hrs. en el ex Congreso Nacional se realizó la Junta Nacional del Partido Demócrata Cristiano.

En dicha ocasión se ratificó el apoyo de nuestro partido al Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet y se eligieron 18 consejeros nacionales los que fueron electos por cientos de representantes de las bases partidarias a lo largo de todo Chile. 

A continuación les compartimos los links a los siguientes documentos:


Atentamente,

Directiva comunal Providencia.

martes, 22 de julio de 2014

Discurso Presidente Ricardo Bosnic


El lunes 21 de Julio y ante más cincuenta camaradas, se realizó el cambio de mando de de nuestro partido comunal. La ceremonia de traspaso se llevó a cabo en nuestra sede ubicada en la calle Román Díaz.

La nueva directiva está compuesta por:

Ricardo Bosnic - Presidente
Ignacio Saffirio - 1er Vicepresidente
Ana María Correa - 2da Vicepresidenta
Juan Ignacio Alarcón - Secretario
Pablo Jaeger - Tesorero

A continuación les dejamos el discurso pronunciado ese día por el nuevo Presidente comunal:

Estimados camaradas:

Muchas gracias por participar esta noche en esta Asamblea en que comenzamos nuestra gestión. Me permito primero presentar a la nueva Directiva Comunal.

En varias ocasiones, antes de asumir como directiva comunal, afirmamos que el PDC de Providencia que queremos era posible y que dependía del trabajo de todos y todas.

Lo que parece una frase de campaña o un eslogan electoral, es para nosotros una afirmación de fondo. Las cosas siempre pueden ser mejores, el Partido puede ser mejor, más acogedor, más convocante, más activo y presente en la comunidad, para los vecinos de la comuna. Pero los éxitos no dependen solo de las directivas de turno, sino también del trabajo y apoyo de todos. Nada puede hacerse sin el compromiso y aporte de la militancia de este Partido.

Aprovechando esta oportunidad, hablaremos hoy de tres temas: de nuestro país, de nuestro partido y del PDC de Providencia.
  
Chile

Nuestra sociedad se encuentra viviendo un rápido proceso de cambios. Nunca antes Chile había tenido el nivel de vida que actualmente disfrutamos. Parte importante de lo anterior se debe al esfuerzo del partido, al aporte de sus militantes y a las reformas implementadas en diversos gobiernos de los que hemos sido parte. Mucho se debe también al esfuerzo de nuestros compatriotas. El país ha avanzado mucho, pero la desigualdad social destaca como una de las deudas más complejas y es una prioridad para la acción política de hoy.

Debemos observar que vivimos en una sociedad en la que prima la desconfianza, muy especialmente el rechazo hacia la política y a los partidos tradicionales, además de la inseguridad y la incertidumbre respecto del futuro. Se cuestionan las instituciones democráticas. Se demonizan los acuerdos, la negociación, la política, el compromiso, la cesión, la renuncia. Por otro lado, se exacerba el individuo como eje de una sociedad consumista, egoísta y liviana, como sujeto que sólo tiene derechos que ejercer frente a las obligaciones que la convivencia en comunidad nos impone. Son siempre “otros” los que deben hacer lo que se debe hacer. Son “otros” los que deben pagar más impuestos, son “otros” los corruptos, son “otros” los irresponsables. Nunca soy “yo” quien debe hacer lo que es necesario hacer.

Tenemos, entonces, un doble desafío. Prestigiar la política, por un lado, y llenar la idea de ciudadanía con un sentido humanista cristiano, que supere el mero individualismo mercantil de la demanda por derechos sin deber alguno para con la comunidad.

La Democracia Cristiana

¿Tiene la DC algo que decir ante esta realidad? Mucho, y con urgencia. Se trata de un sentido de urgencia que es consecuencia del mensaje cristiano y humanista el que más que nunca debe ser vivido y proclamado. La DC no ha perdido su vigencia, a pesar de lo que suelen decir nuestros adversarios y le encantaría comprobar a la derecha.

Tenemos dificultades para encontrar nuestro espacio político, nuestro discurso, nuestros énfasis. Sí, por supuesto que las tenemos, pero lo anterior no supone que nuestra ideología –el humanismo cristiano, vale la pena recordarlo- haya perdido vigencia. Muy por el contrario. Nuestra praxis urge a Chile porque creemos que la justicia social no es individualista, si no que florece en la solidaridad, en la persona humana y en su desarrollo en comunidad. La DC tiene un papel que jugar en nuestro país y, particularmente, en la Nueva Mayoría. Lo debemos asumir sin complejos, con unidad, responsabilidad, pero sin complejos.

Pero entonces, ¿por qué nos cuesta tanto hoy convencer a nuestros compatriotas de que la DC es el camino para construir un país mejor? Se trata de un gran desafío, motivador, inspirador. Hace solo algunos días, más de 100 jóvenes ingresaros a las filas del Partido, varios de ellos a Providencia, seguramente con las mismas motivaciones.

No nos son fáciles las cosas. Pero ¿cuándo los políticos de inspiración cristiana han enfrentado caminos o escenarios fáciles y simples para desarrollar su vocación y misión? La DC no puede convertirse en un partido político proclive a la facilidad, la comodidad y la simpleza. Su vocación transformadora está intacta. Así nos lo dice la historia, pero, lo más importante, nos lo confirman los desafíos que asumimos hoy y que seguiremos asumiendo en el futuro.

El Partido seguirá enfrentando momentos difíciles, porque somos parte de un gobierno respecto del cual existen muchas expectativas por parte de la ciudadanía, en una sociedad caracterizada y, tal vez, sacudida por los cambios.

Somos un partido serio, responsable, que busca representar a vastos sectores de la población. Es mucha la responsabilidad que tenemos. Estamos en el Gobierno, tanto en la comuna como en el país, lo que nos obliga a hacerlo bien, para que los ciudadanos confíen en nosotros.

A pesar de anterior, hemos visto recientemente que las legítimas diferencias dentro del Partido parecen ser irreconciliables, nos acusamos mutuamente, mientras la prensa acoge con regocijo nuestras disputas. La democracia -que prima en nuestro partido tal vez como en ningún otro- parece olvidarse. El que gana es cuestionado por ejercer la leve mayoría que detenta. El que pierde reclama un espacio de minoría que no le es reconocido. ¿No existe una mejor manera de tratarnos, de resolver nuestras diferencias mediante el diálogo, de respetarnos, de convivir con lealtad y compromiso? Estamos seguros que sí.

¿Son legítimas nuestras diferencias? Por supuesto que lo son, y además son muy bienvenidas. Constituyen un signo de vitalidad democrática y de tolerancia política. Sin embargo, lo que hemos visto estas últimas semanas sobrepasa el límite de lo razonable. Cada uno puede tener posiciones diferentes. Es normal y aconsejable en un partido político democrático. Lo que no es aceptable es que la lucha por el poder nos lleve a desdibujarnos, a inhibirnos, a desconocer que somos una comunidad de hombres y mujeres libres que han optado voluntariamente por construir juntos una sociedad mejor y más justa. La lucha por el poder es connatural a la política, pero cuando está desprovista de ideas, de principios, de objetivos de carácter colectivo, se transforma en algo que atenta contra los principios más esenciales de la DC.

Nuestra principal responsabilidad como partido político es proponer a los chilenos los caminos para lograr un país mejor, un proyecto político. Debemos asumir que el PDC es una herramienta destinada a servir ese propósito. Por eso, debemos cuidar este instrumento, valorarnos, protegernos entre nosotros, querernos un poco más, camaradas.

La Democracia Cristiana y Providencia

¿Podemos hacer un aporte desde el Partido de Providencia al PDC Nacional, a la comuna de Providencia y al país? Creemos que sí, e invitamos a todos a reflexionar sobre este punto. Debemos reconocer, en todo caso, que llegamos a dirigir el PDC de Providencia en un momento que no es el ideal. No tenemos diputado, ni senador, ni alcalde de nuestras filas.

Una comuna como Providencia es un lugar privilegiado para la acción política, para influir en el destino del Partido y en el futuro de la sociedad chilena. Tal vez no sea de manera directa o inmediata, pero sí través de la influencia que una de las comunas con mejor calidad de vida en el país tiene para muchos compatriotas. Una mejor comuna, especialmente, una más integrada, democrática y justa, es sin duda una contribución a la sociedad chilena en su conjunto.

El PDC de Providencia cuenta con un destacado grupo de profesionales y técnicos que debe poner al servicio de la comunidad. Es un imperativo moral que el conocimiento, experiencia y capacidad técnica de nuestros militantes sean puestos a disposición del PDC, de la comuna y de Chile. Tenemos la obligación de aportar al Partido con ideas y propuestas, y apoyar solidariamente a otras comunas que requieran nuestra colaboración.

Es clave retomar la labor propositiva que nos corresponde como partido, basada en la reflexión y discusión políticas. Una de las quejas más comunes que escuchamos es que la tecnocracia se tomó los espacios de la política y que no existen instancias para que la militancia se exprese sobre la marcha del país, la visión de sociedad, el modelo económico y los temas emergentes (como la inmigración, las tecnologías verdes, la inclusión de las minorías, los nuevos espacios públicos y privados), y otros asuntos que marcarán la agenda de Chile en el futuro.

Intentaremos convertir al PDC de Providencia en un polo de reflexión, discusión y propuestas para el conjunto del Partido y nuestra comuna. Con la ayuda y cooperación de los organismos parapartidarios y la propia capacidad de nuestra militancia, urge convocar a pensar el Chile del futuro como una actividad permanente y no ocasional. El Congreso Ideológico que será convocado en la Junta Nacional del próximo fin de semana será una ocasión para pasar de la queja a la propuesta, del eslogan a la seriedad de la idea. Hagámoslo, entonces, discutiendo de manera seria, pensando en nuestro país, en el futuro.

Esta directiva comunal es una señal de renovación de liderazgos, pero también de trabajo con todos y todas. Asumimos esto con humildad y responsabilidad. Nos inspira la convicción de conducir al PDC de Providencia de manera que todos se sientan representados y tengan un espacio. La DC somos todos, sin excepciones.

Necesitamos un partido organizado y activo, fiel a nuestros principios, con presencia, originalidad y convicciones. Asimismo, necesitamos adecuar nuestra acción política a las características actuales de nuestro país. Por eso vamos a actualizar nuestro funcionamiento, modernizaremos nuestras comunicaciones usando las redes sociales, pero manteniendo el insustituible contacto de carácter personal. También crearemos un boletín de difusión para mejorar la información entre nosotros. Y convocaremos a los jóvenes a unirse a nuestro trabajo.

El cambio político ocurrido en 2012 en el Municipio de Providencia no puede ser un paréntesis en la historia comunal. Es nuestra responsabilidad trabajar para consolidar los avances logrados hasta ahora en materia de transparencia y participación ciudadana. Hablábamos hace algunos momentos de la obligación de hacerlo bien. En Providencia esto significa hacer una gestión eficiente, proba y participativa. Se trata de una comuna con una fuerte presencia de profesionales y adultos mayores, quienes debieran concentrar parte importante de las preocupaciones y esfuerzos.

La próxima elección municipal será nuestro desafío más relevante y cercano. Por eso crearemos una Comisión Municipal que se dedique a elaborar propuestas al Municipio y a nuestro Concejal Nicolás Muñoz, y una Comisión Electoral y de Nuevos Liderazgos, que comience el análisis del nuevo escenario electoral originado por la derrota que sufrimos en las últimas elecciones parlamentarias, y el trabajo con miras a enfrentar los próximos comicios municipales con las mejores propuestas y los mejores candidatos.

Estimados camaradas:

Como decíamos en un inicio, el PDC de Providencia que queremos es posible y depende del trabajo de todos y todas. Asumimos estos desafíos con responsabilidad, humildad y mucho compromiso. Tendremos muchas tareas que realizar y muchas convocatorias que hacer. Nada, sin embargo, podrá ser hecho sin el aporte, trabajo, crítica y apoyo de nuestros militantes. Para hacer el trabajo y cumplir con nuestros objetivos -los del Partido, no los de esta directiva- necesitamos un PDC comprometido, vigoroso, activo, que transmita optimismo y ganas de hacer cosas por los demás. Nuestro aporte a la sociedad a través de los espacios en los que nos desarrollamos, está radicado esencialmente en el trabajo comunitario, en nuestras contribuciones desde el Humanismo Cristiano, y en reconocernos como camaradas de un mismo fin, de un mismo ideal, de un mismo proyecto. Ese es nuestro mensaje.

Muchas gracias,